Los mitómanos nostálgicos disfrutarán esta semana con otro estreno sobre el mundo del cine: Mi semana con Marilyn que recuerda un episodio de la vida real de la famosa estrella Marilyn Monroe y cuya protagonista: Michelle Williams, está nominada a los Oscar como mejor actriz
Durante el verano del año 1956, la entonces estrella Marilyn Monroe acudió a Londres para rodar a las órdenes de Laurence Olivier la comedia El príncipe y la corista. Allí conoció a Colin Clark (interpretado por Eddie Redmayne), un joven fascinado por el cine y por la estrella que ejercía como tercer ayudante del realizador. La fragilidad mental de Marilyn dio lugar a un sinfín de anécdotas y retrasos en el rodaje que Colin recogió en los libros: The Prince, The Showgirl and Me y My Week with Marilyn, y que ahora han sido trasladados a la gran pantalla.
Inestable, infantil, insegura y adicta a todo tipo de fármacos. Así se describe en Mi semana con Marilyn a la mujer que era la más rutilante estrella del cine de Hollywood a finales de los años 50. En esta ocasión encarnada con la humanidad y el encanto necesarios por la actriz Michelle Williams. Sobre ella gravita este drama de "cine dentro del cine", donde se disecciona la personalidad de la actriz rubia y su choque con el perfeccionista y ególatra Laurence Olivier o su manifiesta incompatibilidad de caracteres con su recién estrenado esposo, el dramaturgo Arthur Miller.
La nostalgia está servida en este filme que supone la primera y meritoria película del realizador televisivo londinense Simon Curtis. Mi semana con Marilyn se beneficia de un ajustado guión de Adrian Hodges y, sobre todo, de un reparto británico que funciona armónicamente como una máquina bien engrasada en el que reconocerán a Kenneth Branagh, Judi Dench, Dereck Jacobi e, incluso, a la joven Emma Watson, mundialmente famosa por su personaje de Hermione, en la saga cinematográfica de Harry Potter.
Para: Cinéfilos que les gusten las pelis de cine dentro del cine