Tal como se lo he contado seguro que les parece un argumento que puede tener gancho. El problema de Michael Clayton (una mezcla entre Erin Brockovich y El jardinero fiel) es que el guión y el montaje de la película son tremendamente confusos hasta tal punto que los primeros 40 minutos de metraje cualquier espectador avezado se encontrará descolocado: no entenderá casi nada.
En la producción de este relato de denuncia se encuentra el actor George Clooney junto con su amigo, el director Steven Soderbergh, lo que trae a la memoria que ambos ya han colaborado juntos en varias películas de complicado entendimiento (recuerden Solaris o la más reciente Syriana) o, si lo prefieren, algo complicadas.
El veterano actor Tom Wilkinson está magnífico en esta trama oscura sobre, como anuncia la publicidad, "corrupción, mentiras y engaños".
Para: Los que les gusten los largometraje de denuncia y no les importe que su desarrollo sea confuso