La mentira nunca es buena, aunque se posea todo un aparato de propaganda para repetirla mil veces. Al final, se derrumba: si ha subido muy alto, si ha sido muy creída por muchos, incluso por la inmensa mayoría, la caída es más fuerte. Una gran mentira, mil veces repetida, la última por el presidenciable Rodríguez Zapatero, anunciada en la mañana del martes en el Congreso, es que las mujeres cobran menos que los hombres. En España, desde luego, no. De entrada, porque más del 90% de los trabajadores por cuenta ajena están sometidas a convenio, por lo que pagar menos a una mujer que a su compañero varón por un mismo trabajo, sería tan flagrantemente ilegal, que ni tan siquiera el miedo a las represalias impediría a una mujer irse a los tribunales. En cualquier caso, miren a su alrededor, en su centro de trabajo: ¿Cobran usted menos -o más- que su compañero del otro sexo por el mismo trabajo, por el mismo cargo, por la misma función y con las mismas condiciones -antigüedad, etc.-? "Que ninguna mujer cobre un solo euro menos que el hombre por el mismo trabajo", clama el feminista ZP. No, los hombres cobran más que las mujeres por dos razones: 1. Porque la mujer es madre, y suele serlo cuando comienza su carrera profesional. Por tanto, la maternidad es principal discriminación frente al hombre. Aunque hay gente rara, que considera una hermosa discriminación la de pro-crear y la de tener niños. Es la maternidad lo que discrimina a la mujer en el ámbito laboral, no el machismo. Por tanto, la prestación pública más urgente no es la Dependencia sino la maternidad, en otras palabras, el salario maternal. Es de justicia que la mujer reciba un salario del Estado por tener un hijo, futuro contribuyente, dicho sea de paso, porque esa eximia tarea, más importante que puesto de trabajo alguno, es la mayor aportación a la comunidad.   Precisamente, la aversión a la maternidad que reina en la sociedad y que apoyan con entusiasmo tanto el PSOE como el PP, y la falta de apoyos públicos a la familias numerosas -no a la ‘familia gay' ni a las parejas egoístas que no quieren tener hijos-. Muchas mujeres -y ésta sí es una discriminación real- temen quedarse embarazadas para no perder el empleo. Pero eso se combate con medidas como la del salario maternal, promocionando la maternidad, no al revés. Recuerden que hasta los muy progres, como ZP, han tenido madre.   2. Hay otra razón por la que los hombres cobran más que las mujeres sin que esto resulta injusto. Y es ésta: los que más cobran son los empresarios y autónomos, los emprendedores, los comerciantes, en suma, el trabajador por cuenta propia. La mujer -por lo que sea, y a lo mejor hay que felicitarla por ella- prefiere la seguridad al dinero, prefiere no asumir riesgos en el mundo económico. Es más, el objetivo principal de una mujer suele ser convertirse en funcionario por oposición. Ahora bien, ni tan siquiera los altos cargos de la Administración ganan más que un empresario de tamaño medio o incluso pequeño. ZP: no mientas, que es cosa fea. Más bien, que la famosa cuarta pata del Estado del Bienestar sea el salario maternal. Eulogio López eulogio@hispanidad.com