Miguel Antoñanzas, un apellido siempre ligado al sector eléctrico español, compaginará su cargo de presidente de E.ON España con el de E.ON en Italia. Los alemanes confían en él.
El nombramiento coincide con la presentación de resultados del Grupo alemán, que no son como para tirar cohetes, comparativamente peores que los de la filial española. La empresa ha crecido pero el peso la deuda, así como las nuevas inversiones en renovables, ha rebajado su beneficio neto ajustado en un 1%.
Miriam Prat
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