Segunda parte adaptada al cine de la trilogía escrita por el sueco Stieg Larsson que, cinematográficamente, es muy inferior a la primera entrega.
El gran éxito de taquilla cosechado por la feminista Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, ha propiciado el estreno en España (en tan sólo cinco meses) de este segundo thriller, que es la continuación de la saga. Literariamente inferior, el cambio de director y guionistas (en la anterior fueron Niels Arden Oplev y los escritores Nicolaj Arcell y Rasmus Heisterberg) también propicia que el resultado cinematográfico esté peor resuelto.
El asesinato de dos colaboradores de la revista Millenium (que preparaban un reportaje sobre el sucio negocio de la trata de blancas) es el arranque de esta película mal elaborada que trae a primer plano la terrible infancia de Lisbeth Salander Porque, como indica el título de la película (La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina) aquí la gótica hacker e investigadora se convierte en la protagonista absoluta de la historia moviéndose el resto de los personajes (incluido el periodista Mikael Blomkvist) como meros comparsas De tal forma que aunque la trama sigue siendo tan sórdida y violenta en imágenes como Los Hombres que no amaban a las mujeres, su desarrollo está trasladado a la gran pantalla de un modo mucho burdo que la primera entrega y eso que el director, Daniel Alfredson, es hermano de Tomas Alfredson, responsable de la sugestiva película de terror Déjame entrar
Para: Los que hayan leído la saga literaria y sean capaces de soportar su crudeza en imágenes