Sr. Director:
El mensaje que subyace en el socialismo zapateril es toda una advertencia al cuerpo electoral: con la derecha en el poder, la situación se deterioraría mucho más porque los sindicatos se echarían a la calle para oponerse al menor recorte del gasto público y, sobre todo, al previsible decretazo de congelación de salarios a los funcionarios, como ya hizo el denostado Aznar.

 

En definitiva, Zapatero está convencido de que el hecho de mimar a los sindicatos para que los sindicatos lo mimen a él, echando mano del gasto de lo que no tiene, es la mejor síntesis del socialismo. Una receta que está estrechamente unida al nuevo programa de ingeniería social que ofrece al conjunto de la izquierda para no perder sus apoyos en momentos decisivos y que está basado en la reforma de la ley del aborto.

Así, ni los barómetros del CIS ni las nuevas admoniciones de Almunia desde Bruselas, ni la de Ordóñez desde el Banco de España, que vienen a respaldar, oh paradoja, las sugerencias que viene haciendo Rajoy desde hace semanas, van a mover a Zapatero de sus recetas socialistas.

Si hay más paro, habrá más subvenciones y si las autonomías exigen más financiación, habrá también más dinero para ellas. En suma, paro con pan para hoy y paro con hambre para mañana, pasado mañana y quién sabe hasta cuándo... Después de la que montaron en la Universidad en apoyo de Garzón, nos queda esperar si para el 1 de Mayo preparan alguna cosa en defensa de los más de 4 millones de parados o será otros, y no Zapatero, quienes reciban sus dardos. 

Jesús Martínez Madrid