Hagamos un acto de fe. Creámonos los datos del paripé de la consulta soberanista de Barcelona a pesar de que han votado niños de 16 años, inmigrantes y personas que no se han identificado con ningún documento oficial.
Supongamos que son ciertos los resultados a pesar de que nunca han comprobado que los votantes estaban realmente empadronados en Barcelona porque no tenían el padrón.
Una vez hecho este gran acto de fe, resulta que sólo el 16% de barceloneses son independentistas. Pues hacen tanto ruido, montan tanto follón y tienen tanto apoyo político y mediático que parece que en vez del 16% sean el 84%.
Al menos todo esto habrá servido para que quede claro quiénes son la minoría muy minoritaria y quiénes somos la mayoría muy mayoritaria.
María Sánchez Reyes