La vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, detalló el pasado viernes los principios básicos sobre los que gira el proyecto de reforma educativa: los derechos de los españoles reconocidos por la Constitución y por las sentencias del Tribunal Supremo y el Constitucional, que lo primero son los alumnos, los padres y la comunidad educativa, y que no se minusvalora ninguna lengua cooficial.
Cuesta entender que no se compartan criterios tan esenciales y se apueste aún por modelos fracasados al servicio de proyectos particularistas.
Menos aspavientos y estridencias nacionalistas, y más voluntad de diálogo y entendimiento es lo que necesitamos.
José Morales Martín