En su afán de garantizarse el suministro de materias primas agrícolas, los gobiernos de China y Ucrania llegaron recientemente a un acuerdo por el cual el primero adquirirá unos 3 millones de hectáreas (29.000 km2) de tierras de cultivo del país litoral del Mar Negro.
Una superficie de tamaño similar a Bélgica o a Galicia y que supone el 9% de toda la tierra cultivable de Ucrania, en la que se instalarán granjas para surtir de cereales y ganado al mercado chino.
Las parcelas están localizadas en la región de Dnipropertrovsk y se explotarán a través de una "joint venture" (empresa mixta) formada por la compañía china Xinjiangy y la ucraniana KSG Agro.
En primera fase, unas 100.000 ha entrarán ya en producción. Sistema como este se están dando en diversos países africanos y en algunos americanos. Sin duda se trata de un moderno colonialismo.
Domingo Martínez Madrid