Este es el modelo. Aunque no alcance mayoría absoluta, Montilla aspira alcanzar un pacto de investidura que le permita ser nombrado presidente de la Generalitat y después gobernar con acuerdos parlamentarios más o menos estables, pero con las mínimas hipotecas posibles. El modelo Zapatero, que según él no ha tenido especiales problemas de estabilidad parlamentaria y política.
Pero el hombre propone y Dios dispone. Si los números no salen, o existen otras alianzas, Montilla se quedaría con la brocha en la mano. Por ejemplo, Montilla no tiene ninguna duda de que si dan los números, CiU intentará un acuerdo con ERC, como lo hizo en el 2003; eran su obsesión. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat cree que CiU estaba dispuesto a muchas más concesiones soberanistas que las que hicieron los socialistas.
Además, Montilla considera que la alianza no sería buena ni para Cataluña ni para España. Un pacto entre nacionalistas que compiten por ser más soberanistas que el vecino no es bueno para la cohesión interna; tampoco para España, generando confrontación con el resto de España. Lo bueno, ya se sabe, es la equidistancia del PSC, catalanista, pero comprometida con España.
En cuanto al PP, Montilla considera que no dudará en aceptar los votos del PP, como ocurrió en el 95, en el 99 y en el 2003 donde ambos gobiernan en Tarragona. Siempre que han sumado lo han hecho, así que no dudo de que lo aceptará, aunque lo niegue con la boca pequeña, porque en el fondo, el adversario del PP somos nosotros, no CiU.
Y ya puestos, Montilla aprovechó para meterle un cuerno al PP, a quien acusa de actitud irresponsable en la gestión del Estatut al tiempo que sus presidentes traen copias del Estatut; está demagogia estoy seguro que pasará factura, así que Montilla aspira a que CiU y PP no lleguen a sumar. Por otra parte, muy buen dardo lanzado contra Matas, porque es evidente que el Estatuto balear es una copia del catalán. Una vez abierto el melón que diría Matas- parece que se ha abierto la carrera de marica el último.
Y una última cosa: El ex ministro considera que si Zapatero decide anticipar las elecciones, no será por los resultados de las catalanas. Montilla apunta que ya se decían esas cosas cuando se debatía el Estatut y ni ha pasado nada ni se ha barrido España.