Montilla acata la sentencia, pero con la boca pequeña. Porque además de convocar la manifestación del próximo 10 de julio, reclama a Zapatero algún apaño que permita emplazar la sentencia en el pacto constitucional. Es decir, burlar la sentencia y ensanchar las costuras del Constitucional. Siempre lo mismo: la voluntad de poder por encima del orden establecido, del marco pactado. Y si no cabe en el marco, peor para el marco. Ya veremos a ver cómo nos apañamos.
No hay ninguna voluntad de dar marcha atrás. De hecho, el Estatut lleva 4 años aplicándose de facto. Y no parece que la Generalitat pretenda levantar el pie del acelerador. Nada. Lo que busca es ese apaño que le permita funcionar como si no hubiera ocurrido nada. O sea, incumplir la sentencia.
Andrés Velázquez
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