La multinacional Alstom tuvo que ser salvada de la quiebra por el Gobierno francés, que hizo mangas y capirotes de las advertencias de Bruselas. Sin embargo, el Gobierno Zapatero, rendido al francés, decidió destruir los astilleros públicos españoles IZAR, acusados por Bruselas de lo mismo que Alstom: recibir subvenciones públicas no autorizadas.
Pues bien, una vez destrozadas IZAR y perdidos, por el momento, 4.500 empleos, más un número indefinido de indirectos, la francesa Alstom, salvada mediante subvenciones públicas, vuelve a ser mimada por el Gobierno español. Para el sábado 16 está previsto que el titular de Industria, José Montilla, inaugure con pompa y boato, rodeado de cámaras de TV, el nuevo centro de innovación tecnológico de Alstom, ubicado en Cornellá de Llobregat, localidad de la que casualmente fue alcalde don José. El lugar es el Alstom Power, nombre anglosajón del sector eléctrico, más que nada para que quede claro que lo que pretende Alstom es venderle centrales de ciclos combinados a todo el sector eléctrico español. L o que ya está haciendo ante el aplauso bobalicón del Gobierno Zapatero.
El esquema de una central de ciclo combinado, la energía de moda impuesta por el PP y el PSOE en cumplimiento de Protoclo de Kyoto era una de las especialidades de de IZAR... al que las eléctricas españolas no han hecho pedidos. Por el contrario, han hechos pedidos a Alstom y Siemens París-Berlín, por si no había quedado claro. Por si el pitorreo fuera poco, las turbinas de Alstom han dado un pésimo resultado. Es más, la crisis de la multinacional francesa fue tan terrible que Siemens, en uno de esos favores mutuos Chirac-Schröder, que rigen la actual Unión Europea, adquirió la división de turbinas de Alstom... más que anda para seguir vendiendo turbinas en España. Así que ya lo saben: cerramos IZAR, despidiendo a 4.500 trabajadores y pagando sus prejubilaciones... y al mismo tiempo compramos centrales de ciclo combinado a una empresa francesa acusada por Bruselas de recibir muchísimas más subvenciones del Gobierno francés que IZAR del español.
De premio, más que nada porque somos así de generosos, Montilla va a inaugurar un centro de I D de Alstom, habitual señuelo para tontos con el que las multinacionales consuelan a los países-colonia. Por cierto, el revolucionario centro ocupa una planta de un edificio, grande, pero una planta.
En resumen, tanto el Gobierno Aznar como el Gobierno Zapatero son bastante derrotistas: ambos consideran que España está condenada a ser un país de PYMES, y por eso ha renunciado, por ejemplo, a tener una industria propia de bienes de equipo. La única diferencia es que Aznar y Rato peleaban con más fuerzas por saltarse las barreras europeas en materia de subvenciones públicas para salvar empresas, como hacen Francia y Alemania, mientras que a Zapatero, Chirac y Schröder Rajoy dixit- se lo llevan al huerto.