El ex ministro de Hacienda critica a MAFO por calificar de "déficit oculto" lo que tan sólo son "ajustes" de contabilidad nacional y considera que los ministerios de gasto se terminarán por imponer sobre un Solbes "que dejó el Estado con un déficit del 6%"
El Partido Popular está muy molesto con el conejo del déficit oculto sacado de la chistera de Solbes el pasado viernes. El miércoles 21 –tal y como informamos- el secretario de Estado de Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, salió a la palestra para consolidar la idea de que el anterior Gobierno había tratado de ocultar un déficit del 0,4 por ciento al que habría que añadir una herencia de otro 0,4 por ciento.
La consigna del PP es siempre la misma: "No hay facturas en el cajón". Es el discurso de Mariano Rajoy. Que añade una advertencia sobre el incremento del riesgo-país debido a la pérdida de credibilidad de nuestra economía, de Cristóbal Montoro y de Benigno Blanco, ex secretario de Estado de Infraestructuras, que afirma desconocer de dónde le salen los 6.000 millones de deuda del Plan Barajas a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
Pero el ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, va más allá. Considera que la estrategia del Gobierno es tratar de echar arena sobre el anterior ejecutivo para emprender una deriva de "despilfarro" y endeudamiento peligrosa: "No confío en quienes se han encargado de dinamitar
De Solbes afirma "no tener más remedio que desconfiar" debido a que según sus cálculos dejó las cuentas públicas con un déficit del 6 por ciento, "que ya es déficit". Además, Montoro critica que Solbes censure las cuentas del Gobierno popular cuando las bendijo como Comisario de Asuntos Económicos de
Montoro considera que las "hipotecas" del Gobierno con los socios que le apoyan parlamentariamente son las causas de la relajación en la estabilidad presupuestaria: "No nos engañemos, aquí el problema se llama Cataluña y su deuda". Además, el ministro de Hacienda considera que las hipotecas del actual Gobierno se dejarán sentir en la primera parte de la legislatura.
En cuanto a la deuda andaluza, Montoro es partidario de haber periodificado el pago a pesar de que MAFO asegurara que la deuda se debe de contabilizar cuando se reconoce. Montoro cree, sin embargo, que se podría haber negociado un reconocimiento progresivo, ya que "en definitiva" se trata de un acuerdo entre administraciones. El ex ministro de Hacienda cree que la contabilización en un solo ejercicio pretende visualizar la voluntad del Gobierno de culpabilizar al ejecutivo anterior, cuando él mismo había establecido un reconocimiento igual al finalmente aceptado por Chaves.
Sobre RTVE, Montoro considera que el actual Gobierno ha tratado de inflar el déficit ya reconocido por el anterior y se muestra contrario a la rumoreada privatización: "RTVE tiene un problema de exceso de costes fijos en relación con su actividad y lo que se necesita es una labor de saneamiento de manera previa a cualquier decisión". Además, el ex secretario de Hacienda desconfía del resultado que se derive del Comité de Sabios nombrado por el Gobierno.
En relación a las empresas publicas, Montoro defiende que el déficit supuestamente aflorado, y que el actual gobierno identifica como "riesgo futuro", "ya estaba contabilizado" de manera transparente y recuerda que Renfe, GIF, y AENA invierten en infraestructuras que previsiblemente generarán recursos en el futuro. Además, denuncia la contradicción de un Gobierno que anuncia nuevas inversiones en el GIF, pero denuncia su endeudamiento.
Además, en cuanto a la "alegría consumidora" a la que se refirió ayer MAFO, Montoro mostró su sorpresa por la contradicción en criticar el "modelo económico popular" y alegrarse por el crecimiento de dos dígitos del consumo desde la llegada del PSOE. "En realidad, no existe modelo económico del PP. Lo único que hicimos fue aplicar rigor a las cuentas públicas que ha permitido crecer sobre demanda interna cuando el mundo estaba parado". Montoro también se siente muy orgulloso de la rebaja de impuestos realizada por el anterior Gobierno. Afirma confiar en las bondades de la curva de Laffer y en la dinamización de la economía española.
Por último, Montoro mostró su preocupación por la voluntad del Gobierno de reformar el sistema de financiación autonómica. Considera que no ha dado tiempo a valorar su bondad y cree que el cambio viene impulsado por la presión presupuestaria de Cataluña.