Más que un ministro de Defensa, nuestro Pedro Morenés parece un intermediario del Bazar de las Armas. Mientras España se encuentra a las puertas de una "práctica indefensión", y nuestro ejército languidece, el señor ministro se ha empeñado en vender tanques Leopard, de fabricación alemana, a una de las más peligrosas dictaduras del mundo: Arabia Saudí. Los germanos, propietarios de la patente del Leopard, se resisten a cometer un acto tan feo como el que la cristiana Europa proporcione blindados a un Régimen donde la mera posesión de una biblia puede llevarte a la tortura o a la muerte. A la cárcel, seguro. Pero el ministro de Defensa de Mariano Rajoy no repara en gastos. Bueno, en gastos es en lo único que repara. Incluso anima a Arabia Saudí a realizar el pedido oficial, cosa que, al parecer, aún no ha hecho, por lo que nos encontramos ante la guerra preventiva.
Mire usted, una cosa es venderle un Ave a los árabes, que no respetan el derecho a la libertad religiosa y otra, bien distinta, es venderle blindados a los fundamentalistas islámicos de Ryad, que no vacilan en masacrar cristianos y que no vacilarían en financiar la reconquista de Al Andalus. Por ese orden, sin duda.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com.