Sr. Director:

En 2004 se produjeron 1.000 abortos más que en el año anterior. Son muertes sin ruido. Las víctimas son inocentes. Los asesinos no son acusados ni encarcelados. Quienes matan, quienes tendrían el deber de proteger y amar. Quienes aconsejan a actuar los que tendrían que reconfortar. Quienes deberían buscar recursos, los que facilitan las armas. Ojalá nos demos cuenta y demos voz a los no nacidos por voluntad ajena.

Mónica Argemí Ballbè

monikargemi@hotmail.com