Barcelona ha perdido los Mundiales de Atletismo 2019. Se los lleva Doha, esto es, Qatar, el mismo que ha entrado en empresas estratégicas españolas. Los petrodólares y petroeuros dan para eso y para mucho más.

Y estos mundiales se añaden al Mundial de fútbol de 2022, controvertidos porque a los jeques, tan amigos de Occidente, se dedican a explotar a la mano de obra que reclutan, especialmente en Asia.

José María Odriozola, al frente del atletismo español, lo ha dejado claro: "Ha ganado la peor candidatura, lo único que tienen es dinero".

Lo puede decir él, Odriozola, porque a lo mejor el alcalde de Barcelona, Javier Trías, tiene que poner al mal tiempo buena cara, dado que la fundación Qatar también patrocina al Barça.

En cualquier caso, según el Gobierno alemán, Qatar está financiando al llamado Estado islámico y apoyando, no a los palestinos, sino al mismísimo Hamas. Alguien debería plantar cara a la autocracia qatarí o, al menos, presionar a la familia dirigente para que deje de financiar el terrorismo islámico.

Hispanidad

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