Sr. Director:
La semana pasada diversas ONGS y organismos montaron en una céntrica calle de Murcia unos stands para publicitarse.

Pasó mi hijo mayor por allí, y vio cómo en uno de ellos estaban "adoctrinando" a un grupo de jóvenes (chicos y chicas) de un colegio, en una sexualidad "sana", en el aborto y el uso del preservativo. Era una caseta o stand del Gobierno regional, es decir, del PP. Se usurpa por tanto el papel fundamental de los padres, primeros educadores, también en materia de sexualidad. ¡Y eso que aún no está aprobada la reforma que, de forma claramente inconstitucional, va a permitir a las chicas de 16 años abortar sin que se enteren sus padres!

Ana Pastor y Celia Villalobos, por su parte, votaron hace menos de una semana a favor de la celebración en el Congreso de los Diputados de unas Jornadas sobre salud sexual (eufemismo de aborto o IVE) en África y América Latina, iniciativa que salió adelante. Y ayer o anteayer se supo que han votado a favor de la admisión a trámite de una iniciativa para reprobar a Benedicto XVI por una frase sacada de contexto en su viaje reciente a África.

En la primera de ellas, del miércoles pasado en la COPE, dio una explicación pueril, como si todas las iniciativas de grupos o grupúsculos parlamentarios tuvieran que ser admitidas a trámite. No se puede admitir a trámite una iniciativa sobre algo respecto de lo que el Congreso carece de competencia, como es reprobar a un Jefe de Estado extranjero, que también lo es el Papa. ¿Por qué no denuncian las dictaduras, sean del signo que sean, y las consiguientes violaciones sistemáticas de los derechos humanos más elementales, como sí hace el Papa continuamente? Eso se llama fariseísmo.

Ahora salen los dirigentes populares diciendo que esa iniciativa no saldrá adelante. Pero las contradicciones se pagan.

El PP está dando la puntilla a su votantes católicos, que son la inmensa mayoría. Precisamente el Papa ha dicho que hay que votar a un partido que cumpla una serie de valores "innegociables". ¿Los cumple el PP? Que cada lector saque su conclusión. Seamos coherentes. Acabemos con el voto del miedo o al menos malo. Comencemos a votar en conciencia. Se necesita una renovación urgente de la clase política, enquistada en sus privilegios, autocrática, en la que impera "el dedo" y las listas cerradas y bloqueadas, y la que en vez de servir al interés general como mandatarios provisionales, se aferran a la poltrona y no hay quien les mueva.

Clase política a la que no le afecta la crisis económica, que cobra del Estado y que cuando acude a un empréstito bancario no lo devuelve, como el común de los mortales, y los bancos por supuesto o se atreven a reclamarlos, porque además los favores son mutuos. Si los devolvieran como cualquier persona física o jurídica, estarían en quiebra.

Como sucediera hace no mucho con Alejo Vidal Quadras, ojalá que lo que han hecho Ana Pastor y Celia Villalobos arroje luz a los electores. A buen seguro que si el PP ganara unas elecciones generales, sean anticipadas o en 2012, no "tocarían" las "conquistas sociales" de ZP.

Fernando Ferrín Calamita

ferrincalamitafernando@gmail.com