Once mujeres han muerto en La India por ser esterilizadas en malas condiciones sanitarias. Si accedían a ser mutiladas les daban unos 15 euros, algo más del salario semanal en la India. Naturalmente eran mujeres pobres, a las que sus parejas no quieren dejar de polinizar pero sin el resultado de un niño -o lo que es peor, una niña-. Las autoridades que perpetran esta salvajada aseguran que la India está superpoblada y enseñan un monigote de cifra redonda: caminamos hacia los 1.300 millones de habitantes. ¿Quién les va a dar de comer Pues ellos mismos, si el poder político y los poderes económicos no se lo impiden.

La bomba demográfica no consiste en que haya mucha gente sino en que haya pocos jóvenes
Habrá que repetir que la bomba demográfica no es la natalidad sino el envejecimiento de la población. Eso sí que no hay gobierno que lo arregle.

La India puede alimentar a 1.300 y a 5.000 millones de habitantes. Y, en cualquier caso, el ser humano no se planifica. Si una familia, en un momento dado, no debe tener más hijos, pueden practicar una cosa llamada abstinencia... que no son bestias necesitadas de apareamiento continuo.

Y lo de siempre: las feministas no protestarán contra el machismo indio -e hindú- que lleva a mutilar a la mujer, la salida más cómoda para el varón. El feminismo odia la maternidad, la natalidad y, en general, a la especie humana. Por eso, a los verdaderos machistas, los que toman a la mujer por un objeto, se presentan como feministas. La solución para que el hombre pueda seguir hocicando sin temor a procrear consiste en esterilizar a la mujer.

Eulogio López

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