Decíamos ayer que lo peor de terminar con las cajas de ahorros es que España perderá a sus empresas estratégicas y terminará siendo industrialmente colonizada. Con la cajas el soporte de las principales empresa del país.

 

Pues bien, ya llegó aquello. La patronal de empresas de capital-riesgo, ASCRI, ha dejado caer que le encantaría participar en las ventas de empresas industriales participadas por las cajas de ahorros. ¡Qué listos!

El capital-riesgo nació para aportar capital a emprendedores que ponían en marcha su idea. Pero en seguida se dieron cuenta de que así sólo se ganaba dinero a largo plazo y claro, eso no puede ser.

Fue entonces cuando pensaron, son así de inteligentes, que lo mejor era comprar empresas que ya habían creado otros. Compraban a crédito con el aval de las propias empresas compradas, luego la vendían por partes con paso previo en el despido masivo de plantillas-, devolvían el crédito y ganaban pasta. La empresa quedaba hecha unos zorros, pero ellos se forraban violentamente.

Y encima, oiga, eran modernos. Como los privatizadores de cajas de ahorros.

Eulogio López

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