El conflicto originado por las presiones de Marruecos contra la activista saharaui Aminetu Haidar, las palizas a los manifestantes españoles en el Sahara o las presiones de ciudadanos marroquíes contra la policía en Ceuta y Melilla parecen haber quedado en agua de borrajas. El Gobierno español siempre negó un conflicto que todo el mundo veía y sostuvo que las relaciones entre Marruecos y España eran inmejorables.
En línea con el espejismo de que aquí no ha pasado nada, el Gobierno ha concedido la Gran Cruz de Carlos III al ex primer ministro marroquí Driss Jettou.
Mariano Tomás
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