Acusaciones de fraude y caos electoral, en unas elecciones donde el matrimonio Kirchner se ha gastado 150 millones de dólares de dinero público

La candidata oficialista Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 44% de los votos. Por tanto, no necesita segunda vuela dado que consiguió más del 40% de los votos con 10 puntos sobre sus seguidora -seguidora- que fue Elisa Carrió, un 23% de los sufragios. En tercer lugar, quedó el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. El hombre que afrontó la crisis de 2001 y al que Kirchner expulsó porque consideraba que le restaba protagonismo.

La usurpación del Estado por parte del matrimonio Kirchner se dejado versión ningún pudor durante esta campaña electoral. El diario Perfil, sin duda el más independiente de los rotativos argentinos, calcula que el matrimonio Kirchner utilizó 150 millones de dólares de dinero público para lleva a la Casa Rosada a su actual inquilina consorte.

Elisa Carrió

, que se ha distinguido por su lucha contra la corrupción pública, quedó segunda, y la esperanza de muchos argentinos estriba en una alianza con Roberto Lavagna y con la figura opositora emergente, el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri.

De otra forma, será difícil detener a la maquinaria Kirchner, una pareja a la que no le agrada la oposición, y que ahora controla el Gobierno, las cámaras y la Provincia de Buenos aires, donde vive una tercera parte de los argentinos.

Por lo demás, la jornada electoral fue un caos. Siendo el voto obligatorio en la Argentina, muchos colegios no abrieron a tiempo y en muchos otros tuvieron que ampliar el horario de voto para que los ciudadanos inscritos pudieran ejercerlo.

Quizás el reto más grave al que se enfrentaron los argentinos para asegurar la alternancia consiste en el grado de corrupción de jueces, policías y otros funcionarios, que durante la etapa Kirchner ha batido toda las marcas, en una verdadera usurpación del Estado.