Algún villancico de tierras poco atemperadas lo dice: las Navidades son blancas. Pero en Amsterdam, el lobby gay las ha rebautizado como "Pink Christmas".

Sr. Director:

Algún villancico de tierras poco atemperadas lo dice: las Navidades son blancas. Pero en Amsterdam, el lobby gay las ha rebautizado como "Pink Christmas".

Nada tengo contra este color si no fuera porque los que las promueven, han erigido unos pesebres de escarnio formados por dos Vírgenes o dos sanjosés.

En estas fechas rememoramos por qué un Dios quiso tomar carne de varón y ser criado en la calidez de una familia formada por una madre y un padre. María y José jamás sospecharon que la extralimitación de los derechos de una minoría que reclamaba ser respetada, aun contraviniendo la ley natural y el Decálogo, cargaría sin miramientos contra lo más sagrado: Jesucristo y su sagrada familia y en ella, todas las familias del mundo. Aún hoy persiste la fuerza divina y humana del belén-cuna, por eso desata tantas filias y fobias.

Ana Coronado

corana22@gmail.com