- Tendrá dos años de plazo para hacerlo. Si no logra comprador, EVO tendrá que desaparecer.
- Además, y como también ha ocurrido con Bankia, la Troika, a cambio de la 'ayuda', ha ordenado cómo debe ser el nuevo NCG Banco.
- Y el mandato es claro: sólo podrá dedicarse al negocio bancario tradicional, y únicamente en Galicia.
- Otra orden de Bruselas: como es un banco ayudado, accionistas y preferentistas deben perder.
- En este sentido, Castellano ha sido el primer banquero que ha distinguido entre ahorradores e inversores.
EVO está en venta. Lo ha afirmado este martes el presidente ejecutivo de NCG Banco, José María Castellano (en la imagen). El caso es que ha sido la Troika -Comisión Europea, BCE y el FMI- la que le ha obligado a desprenderse de su aportación más original, y que no era otra cosa que la marca con la que la entidad pretendía abrirse camino fuera de Galicia.
Además, la Troika -qué buena es- le ha dado dos años de plazo para cerrar la operación. Eso sí, en caso de no conseguir comprador, EVO tendrá que cesar su actividad. No tendrá que ser de una forma inmediata: podrá cerrar poco a poco.
Pero el mandato de la Troika no termina ahí. Como ya ha ocurrido con Bankia, ha marcado, para el nuevo NCG Banco, una hoja de ruta muy estricta. Es la llamada banca villana universal. Así, no podrá salirse de lo que es el negocio bancario tradicional -nada de banca de inversión o corporativa-. Y para más INRI, ni siquiera podrá operar fuera de Galicia. Ya se sabe: quien paga, manda.
Otra orden de Bruselas: como es un banco ayudado, tanto accionistas como preferentistas tendrán que perder. En este sentido, Castellano ha sido el primer banquero que ha distinguido entre ahorradores e inversores, y nos alegramos.
Desde Hispanidad hemos repetido por activa y por pasiva que los inversores y los accionistas deben perder; no así los ahorradores, o sea, los depositantes. Y 'meter' dinero en preferentes es, mire como se mire, una inversión que prometía, además, una rentabilidad muy alta. ¿Cuál es el problema? Pues que en algunos casos se comercializaron mal, esto es, engañando a la gente con escasa o ninguna cultura financiera. Pero esos también eran inversores, aunque los engañaron. Y este es, precisamente, el esquema que están siguiendo los jueces a la hora de dictaminar a favor o en contra de los inversores que reclaman su dinero: si tenían o no conocimiento de ese producto financiero.
En cualquier caso, Castellano ha admitido que existen unos 43.000 clientes de la entidad afectados, de los que unos 6.000 ya han recuperado su dinero y otros 4.000 lo harán pronto. En ningún caso, ha admitido, recuperarán su inversión los que sabían lo que compraban como, por ejemplo, los 1.000 empleados del banco que adquirieron preferentes.
Para terminar, Castellano ha señalado que, aunque NCG Banco no es el que más afectados tiene por preferentes (hay entre 500.000 y 700.000 en todo el país), sí son los que más ruido hacen. Además, ha afirmado que las protestas "están muy politizadas", ya que algunos manifestantes no están "ni ellos ni sus familias" entre los afectados.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com