Sr. Director:
La democracia sólo necesita un salto para ser la óptima forma de Gobierno y dejar de ser la menos mala. Esto pasa por optimizar la representación de los ciudadanos y los métodos de control al poder. Los pilares fundamentales y únicos son dos En primer lugar, que todo ciudadano tenga el derecho de dar su voto mediante afiliación o quitarlo, en cualquier momento, de acuerdo con su valoración de las posiciones de determinado partido. Esa sería la representación política de ese partido en ese momento a la hora de realizar las votaciones: el número de militantes que puede presentar. De ese modo la ciudadanía puede castigar o sancionar inmediatamente las decisiones políticas que se han de tomar.
Es como un constante referéndum. No son precisas las elecciones cuatrieniales, dado que las mayorías pueden en cualquier momento cambiar. Los beneficios serían tan inmensos que se podría hablar de una verdadera revolución política en las relaciones democráticas entre el ciudadano y el estado. Los costes: dotar a la junta electoral central de los medios informáticos y humanos para asegurar la transparencia del proceso.
José Ramón Barcia
barnara10@wanadoo.es