Las cámaras de aquel país así lo han aprobado tras mucho presionar. Muy mal ejemplo, aunque nadie niegue los méritos de Uribe en la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico, la guerrilla marxista FARC y los paramilitares, que vienen a ser todo lo mismo.
No se trata de la calidad un mandatario sino de que el poder permanente corrompe permanentemente. Nadie es imprescindible pero todo presidente del Gobierno, trascurridos ocho años en el poder, tiende a sentirse imprescindible y a convertirse en un tirano. Se llame Uribe o se llame Zelaya. Ninguno de los dos debería salirse con la suya y modificar la normativa vigente para obtener un nuevo mandato.
Y como ellos, Chávez, Correa, Morales, Ortega, Kirchner, etc.
Eulogio López
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