Sr. Director:

El diagnóstico está bastante claro. Que nuestra sociedad actual está enferma; que algo serio está fallando; que no hay futuro para gran parte de la juventud actual; que vamos a pagar todos un alto precio; que existen bandas organizadas; que en bastantes partes de aquí y de fuera, la violencia se hace presente; que la represión no siempre resulta eficaz etc.. Todo esto y mucho más, puede resultar una obviedad.

Donde no hay respuesta clara, ni tampoco fácil, es encontrar el remedio a estos y a otros males que nos aquejan. El detectar el problema es una cosa. El buscar las causas del mismo, es otra y el solucionarlo, idem. ¿Cuál es la causa de que la juventud, en gran parte, ande desnortada y sin serias motivaciones para construir su futuro?.

Aporto mi humilde opinión. Entre unos y otros, como se dice la casa sin barrer. Los adolescentes y jóvenes han sido y son estafados miserablemente, sin que ellos mismos sean conscientes ni responsables del todo. La sociedad consumista en que viven, el ambiente viciado que respiran, los malos ejemplos de los adultos, la carencia y olvido de Dios, la falta de autoridad en la escuela y la familia, la ausencia de ideales morales y transcendentes, el permisivismo sexual, el relativismo, el hedonismo etc., son factores más que determinantes de su conducta individual y grupal. Van a la deriva, construyen sus vidas sin cimientos y están abocados al nihilismo.

¡Ah¡ y lo peor de todo es que hay quienes les halagan, les aplauden y les justifican todo por el simple hecho de ser jóvenes. Pobre juventud. Qué alto precio está pagando por tener y no ser.

Miguel Rivilla

miriv@arrakis.es