Estoy en contra del sufrimiento innecesario de los animales, pero mucho más del de los humanos; por ello me parece una actitud, como mínimo poco coherente, oponerse a las corridas de toros porque se les hace sufrir y no estarlo en contra del aborto, en que también el feto humano sufre, y mucho, como se puede apreciar en las ecografías realizadas durante esa operación.
Y más ahora con la nueva ley, en que podrán ser destrozados los fetos hasta de veinticuatro semanas. Aunque también es posible que, para los que están en contra de las corridas de toros, el feto humano sea menos que un animal.
Josep Pauner Sala