Fuerte caída de la rentabilidad sobre activos: el Santander sufre una crisis de crecimiento. En 2006, Ana Patricia Botín continuará en Banesto y no habrá sucesión. Otros 2.000 trabajadores del Abbey serán despedidos en este ejercicio. Las plusvalías de Cepsa se elevan a 1.750 millones de euros
El SCH cerró con buenos resultados el ejercicio 2005. Buenos, no excelentes, que es lo que se deduce de las crónicas radiofónicas y televisivas, así como de las palabras triunfales de su presidente, Emilio Botín, y de su consejero delegado, Alfredo Sáenz. A-3 TV, por ejemplo, hablaba de un beneficio histórico, por encima de los 6.000 millones de euros. La verdad es que podía haberse referido a otro excedente el bruto- por encima de los 7.000 millones, y habría dicho igualmente la verdad.
Pero como decimos, los resultados son buenos, pero tampoco es para tirar cohetes. El margen de intermediación subió un 15,4%, y el margen de explotación un 18,2%.
Ocurre que en 2005, el Santander vació todo su grupo industrial, que en ocasiones acabó en manos de compañías extranjeras cuyos gobiernos no permiten que las empresas españolas entren en su mercado, como es el caso de France Telecom El caso es que el grupo obtuvo 2.229 millones de euros en plusvalías por la venta de Fenosa (1.157 millones de euros), Royal Bank of Scotland (717) y AUNA (355).
La unidad que más crece no es Banesto ni el británico Abbey, sino Santander Consumer Finance al frente, Antonio Escámez Torres, responsable del crédito al consumo en Europa continental-. Es el tipo de banco que le encanta a Botín: sin apenas plantilla, sin remunerar los depósitos cobrando intereses. Es lo que el presidente del Santander denomina modelo de consumo norteamericano, que significa, pura y simplemente, que no se dedican a los depósitos. SCF posee 7,7 millones de clientes (en total, el Santander posee 66 millones de clientes) y un activo que supera los 30.000 millones de euros.
Ahora bien, el Santander está experimentando un crecimiento vertiginoso, y eso le hace sufrir en rentabilidad. El estilo Botín es el de la bicicleta: nunca puede dejar de pedalear, porque en el momento en que lo hagas, te caes. Así, la rentabilidad por recursos propios, o ROE, pasa del 19,74 al 19,86, mientras que la rentabilidad sobre activos (ROA) se desploma desde el 1,01 al 0,78, una caída del 22%.
Pero es el estilo Botín: quemar clientes, rotación permanente de activos y pasivos, cada dos años, dar un pelotazo o realizar una nueva adquisición, que es una especie de vuelta a empezar. En definitiva: nunca dejes de pedalear.
Otra forma de generación de ingreso es la reducción de empleados. En 2004 el SCH cerró el año con 132.001 empleados, en 2005 la cifra se había reducido a 129.000. El británico Abbey ya aporta beneficios, pero 4.500 de sus trabajadores se han ido a la calle, y Botín anuncia otros 2.000 en el presente año, incumpliendo de paso, su promesa de que el número de despedidos se quedaría, precisamente, en 4.500.
Deprisa, deprisa En 2005, el Santander ingresó por comisiones -netas- 6.071 millones de euros, nada menos que el 57% del margen de intermediación. El banco que ha lanzado la campaña (según Botín no es una campaña, es permanente) de la ausencia de comisiones sigue cobrando por comisiones más que ningún otro banco. Por cierto, decíamos más arriba que el banco cuenta con 66 millones de clientes. Pues bien, de la comisiones sólo se beneficiarán 2,2 millones.
No desveló Botín si va a comprar un banco en Italia. Por supuesto que lo hará, y a la menor oportunidad, que el cántabro no alaba nunca en vano, y en la mañana del miércoles, durante la presentación de resultados a la prensa, Botín se deshizo en elogios hacia el nuevo gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, Su objetivo es el San Paolo-IMI, el mejor banco de Italia con la mejor red. Otra cosa es que le dejen.
Lo mismo en el Sovereing. Botín dice que en el banco de la costa este norteamericana se abren tres posibilidades: aumentar la participación, comprar el 100 por 100 o vender. La verdad es que la segunda es falsa: o compra o vende.
Los tipos subirán en Europa durante el presente ejercicio entre el 0,5 y el 0,75%. Esta es la opinión del Santander y el consenso del mercado (la media de los analistas), aunque en el Banco Central Europeo no piensen lo mismo.
En Cepsa, atención Botín afirma tener unas plusvalías de 1.750 millones de euros. Muy optimista, dado que los franceses de Total no quieren comprar, lo que quieren es mandar con su actual paquete accionarial. Y si los franceses no compran, tendrán que salir al mercado y la bolsa no les va a ofrecer tanto, sabiendo que la cuarta petrolera del mundo no va a permitir que nadie se haga con la gestión. Lo de Cepsa es un problema de enjundia, que necesita el apoyo del Gobierno Zapatero suponiendo que el apoyo del Ejecutivo español pese algo en París.
Poco después llegó el punto álgido, lo mejor de la comparecencia anual del banquero más famoso de España, cuando Botín buen apellido para un banquero.- afirmó, sin inmutarse, que cuando entra en una operación, el Santander siempre protege a los minoritarios. No se oyó ni una sola carcajada en la sala, si alguien pensó en los casos Dragados, Vallehermoso, Fenosa, etc., se cuidó muy mucho de no expresar su opinión en voz alta.
Ana patricia lo está haciendo muy bien en Banesto y no va a haber ningún cambio en 2006. Todos entenderemos mejor al Santander cuando nos convenzamos de que Emilio Botín no quiere jubilarse. Ni ahora ni en 2015. Quiere seguir hasta el final, y cada vez que sus asesores lanzan un rumor al mercado, su destinatario verdadero no es el mercado, ni la prensa, sino su propia familia, que le anima a delegar en su hija y ceder el testigo. Mientras, él continúa ganando tiempo. Está hecho un chaval.
Mientras tanto, continúa el proceso para podar todos los apellidos y quedarse con la marca única de Banco Santander. Por el momento, Banesto, la marca más señera de toda la banca española, y Abbey no conviene irritar a los británicos- continuarán, pero ya han desaparecido Central e Hispano. Precisamente Hispano. El portugués Totta también se volatilizará, aunque al menos este año y el siguiente, seguirá operando en el país vecino como Santander Totta.
¿Y la gran esperanza de futuro? La de siempre Hispanoamérica. El nombre hispano puede no gustarle a Botín, pero los dólares hispanos le gustan mucho. No hay que olvidar que si algo caracteriza a Iberoamérica es su escasísima bancarización: domiciliación de recibos, pagos y trasferencias, cuentas corrientes, créditos hipotecarios, etc. A media que esa sociedad crece, se mecaniza el sistema de pagos y se bancariza la sociedad, Y ahí sí que los bancos españoles pueden aportar toda su experiencia, que es mucha, y su tecnología, que la saben usar-. Eso, por no hablar de los márgenes que ofrecen los tipos de interés.