El matrimonio Angela Merkel-don Mercado Financiero ya se ha cobrado una nueva víctima: Silvio Berlusconi.

El señor Financiero ha actuado aquí con especial inquina: cuando se rumoreaba su dimisión don mercado hizo subir los índices bursátiles, cuando confirmó que se iba los derrumbó. Don Mercado y Doña Ángela gustan de utilizar el mismo principio: "Si cara, yo gano; si cruz, tú pierdes".

Oiga, y ¿por qué el diferencial de bono italiano asciende hasta por encima de los 500 puntos o por qué -lo mismo me da- los mercados exigen a Italia que pague un 7% por su deuda? Pero si la deuda italiana medida sobre PIB era igual que la alemana. Pues por mor de doña Ángela y de don Mercado. No es que los italianos sean unos manirrotos gastadores; es que no se trata de una causa de la caída sino de un efecto de la calumnia permanente de un país y de un mercado sobre otro país. Italia no podrá pagar su deuda porque, su acreedor, Don Mercado Financiero, ha hecho inviable el pago, a costa de extorsionarle con exigencias siempre crecientes. ¿Y cómo puede extorsionar Don Mercado a una potencia media, miembro del antiguo G-7? Pues gracias a que Bruselas, la Unión Europea -y en la UE manda doña Ángela- lleva dos años calumniando a Italia y exigiendo una convergencia -en esto lleva dos décadas- con Europa (naturalmente, no en renta per cápita, sino en déficit fiscal) y don Mercado se ha cebado con Italia hasta esquilmarla.

Oiga, si esto es la Unión Europea -que empezó siendo una espléndida zona de solidaridad y se ha convertido en un centro, en Berlín, con colonias añadidas- creo que lo que hay que refundar no es la Eurozona, sino la Unión Europea en su totalidad manifiesta.

Eulogio López

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