Sr. Director:
Cierre de filas en el PSOE no es lo que parece. Si duda que Rubalcaba despachó el pasado día 29 una maratón de reuniones con los cargos socialistas con el fin de cerrar filas con la reforma constitucional.

 

Se fraguó un apoyo por imperativo político, pero tengo la sensación que las objeciones, incluidas las dudas del propio candidato, han minado la cohesión y la imagen del partido. Chacón, Fernández Vara y Tomás Gómez, entre otros, se mostraron críticos.

Ese ruido de fondo evidencia que a Rubalcaba se le va el partido de las manos, tal vez sea porque nunca lo ha tenido, a tres meses de las elecciones. También evidencia que le ha gustado muy poco el qué y el cómo se ha fraguado el principio de estabilidad presupuestaria entre populares y socialistas.

Suso do Madrid