Texas es el segundo estado con más superficie y población de Estados Unidos.
Y desde hace unos años algunos texanos promueven su separación de los EEUU. Esta semana Obama acaba de dar una respuesta oficial a las ansias independentistas texanas.
La Casa Blanca ha contestado que no existe el "derecho a separarse" ni de Texas ni de ningún otro estado de la unión. Y deja claro que sobre la unidad del país deben decidir todos los habitantes del país ("all the people") porque les afecta a todos y no sólo los de un único estado.
Una respuesta rotunda, clara y directa. No existe "el derecho a decidir" de Texas unilateralmente.
Supongo que para Artur Mas Estados Unidos es un país que "pone rejas a la voluntad del pueblo" y Obama un malvado anti-demócrata.
Andrés Oviedo