Sr. Director:
Estamos a menos de una semana de las elecciones y a algunos nos puede entrar el pesimismo porque hay el riesgo de que vuelvan a gobernar los mismos con lo que ello comporta para la vida social y para algunas instituciones del país.
Si tenemos en cuenta que el optimista tiene una disposición positiva y abierta hacia los demás; si sus expectativas no se cumplen, lo mejor es pensar que las personas pueden cambiar, aprender y adaptarse con nuestra ayuda. El optimista reconoce el momento adecuado para dar aliento, para motivar y para servir. El optimismo supone reconocer que cada persona tiene algo bueno, con sus cualidades y aptitudes, pero también sus defectos, los cuales debemos aceptar y buscar la manera de ayudarles a superarlos. Es así que me pregunto y les pregunto: ¿Hay motivos para el pesimismo?Existen dos tipos de personas: las que confían en sí mismas y en los demás y las personas desconfiadas. Las primeras son normalmente personas agradables, serenas con las que da gusto estar y charlar y que caen bien a los demás, poseen una bella personalidad independientemente de su aspecto físico. Es algo más que "al mal tiempo buena cara" es una actitud ante la vida y ante los demás.
Mª Helena Vales-Villamartin Navarro
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