Sr. Director:
Finalmente tuvo lugar la esperada entrevista entre el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco y el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero.

Y es que la Constitución Española y los vigentes Acuerdos con la Santa Sede son un marco insuperable para este diálogo, con el que la Iglesia, una vez más, recuerda su apuesta por promover el respeto a la legítima autoridad del Estado, al mismo tiempo en que no ceja en lo específico de su naturaleza y de su misión: anunciar y celebrar la fe y las consecuencias morales que de ella se derivan en plena libertad religiosa teórica y práctica. Aunque el Presidente del Gobierno ha tardado demasiado tiempo en recibir al presidente de la Conferencia Episcopal aún es hora de que la colaboración ofrecida a la Iglesia no sea una mera promesa nacida de una elocuencia que se sabe adaptar a las circunstancias, sino expresión de una concepción de la responsabilidad pública de gobierno que busca el bien común de todos los ciudadanos. Por lo que he leído y escuchado en los últimos tiempos tengo la impresión que la Iglesia no quiere privilegios, sólo el ejercicio real de colaboración mutua con el Gobierno para el progreso de toda la sociedad.

Enric Barrull Casals

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