Annah Arendt, en La condición humana, definió el proceso evolutivo del ser humano respecto a su dependencia al trabajo, de la siguiente forma: el "Homo Laborans" se puede identificar con lo más primitivo del ser humano, asociado al proceso biológico, nacimiento, reproducción y muerte, única actividad necesaria para la supervivencia del hombre.
Al "Animal Laborans" no le interesa la sociedad, vive los procesos biológicos naturales únicamente.
El "Homo Faber" introduce elementos que puede compartir, como las herramientas que nos libera de vivir solo los procesos biológicos naturales, con el uso de ellas desarrolla un trabajo diferente al "Animal Laborans": es el trabajador entregado únicamente a mejorar su existencia, su propio mundo.
El "Homo Activus" es la culminación del ser humano, no solo desarrolla y mejora su existencia, es el ser pensante. El creador de la historia, el que desarrolla con su pensamiento la más alta virtud de él, la transmisión de ideas a través del diálogo, para cambiar la sociedad y la humanidad.
En esta última etapa se desarrolló en poco más de cien años, desde finales siglo XIX a los albores del XXI, logrando la mayoría de las mejoras sociales para los asalariados, jornadas laborales justas, seguridad social, vacaciones retribuidas, pagas por beneficios o extras, conciliación laboral, permisos por maternidad o paternidad, de lactancia, para crianza de los hijos, excedencias, pagos de las horas extras y un largo etcétera, todo ellos fruto de esa autorreflexión y jornadas de lucha del colectivo, en interés de la sociedad de la que forma parte.
Pero el Capital, que su único interés, la plusvalía, está revirtiendo los términos para el mañana con Reformas Laborales y el desmantelamiento del Bienestar Social.
Para llegar a aquel estado primitivo de "Homo Laborans" desean convertirnos en empleados autómatas impersonales, fomentando la individualidad, una especie de robot para la función que desarrollan, sin relación con otros, sólo en lo estrictamente necesario para el trabajo, como mucho en pequeños grupos por una función determinada, la realidad es que quieren que seas tú y la empresa, matrimonio que sustituya toda relación externa, solo la individualidad, nada de compañerismo.
Estrategia sabiamente elaborada con el único fin de frenar al "Homo Activus" con la finalidad de llevarnos a ser los "Homo Laborans" del siglo XXI, y que "el mañana se convierta en el ayer".
Debemos de responder contundentemente ante esta actitud y evitar volver a la prehistoria en términos laborales. Demostremos que no somos indiferentes al desmantelamiento del Bienestar Social, y que no estamos dispuestos a perder lo que durante cien años, a base de esfuerzos, impuestos, reivindicaciones y represalias costó a nuestros padres y abuelos, que estamos en contra de la abolición de nuestros derechos dentro y fuera del ámbito laboral al que quieren sumirnos, ese que nos llevaría a la subsistencia primitiva o esclavitud.
Como dijo Jean Jacques Rousseau: "la igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse".
José Enrique Centén Martín