Comparen... Camino, una película-venganza contra el Opus Dei (mejor, contra la Iglesia, mejor contra Cristo) que ha sido un desastre en taquilla, a pesar de llevar con ella la mayor campaña de publicidad que se recuerda, no porque los españoles sean muy anticlericales, sino porque la historia es un ladrillo infumable.

Comparen... porque los críticos cinematográficos españoles -que tampoco son muy píos, pueden creerme- no le dieron sino un premio menor. Sin embargo, este coñazo, dirigido por un Señor que quería vengarse de su Mamá, quien, al parecer, le insufló Opus en vena desde jovencito -y eso es algo imperdonable, por supuesto- no se le ocurrió otra cosa que ensañarse con una cría de 14 años para saciar su sed de venganza sobre su mamá. Y a esta pelmada la Academia española del cine le ha cubierto de galardones. Las sentencias, es sabido, no califican al reo, sino al juez.

El juego continúa: ZP llama a los pancarteros de la farándula creadores e innovadores y saca la manguera de euros para financiar lo que ningún banquero financiaría porque, en el entretanto, el público está viendo películas norteamericanas, que son las que cuentan historias divertidas. Ya lo resumió Pilar Bardem, justo cuando ZP llegó al poder, en 2004, a los directivos de Televisión Española: Nosotros os hemos llevado a La Moncloa, así que ahora os toca pagar.

Para forjar una dictadura, que es lo que pretende Zapatero, perpetuarse en el poder, es necesario un público dócil y bobalicón: tengan en cuenta que la farándula no sólo copa el cine -con el dinero de los demás, naturalmente- sino el teatro de hoy, que no es otra cosa que la serie de televisión. Y las serie españolas de TV son lo más parecido a comer con los dedos.

Más pruebas, Camino ha sido premiada a la fuerza, que no en vano la productora es Mediapro, propiedad del inefable comunista-capitalista Jaume Roures, principal agente propagandístico del Gobierno Zapatero, propietario de La Sexta y Público. La verdad es que Roures, que se autodefine comunista y anticlerical no hace más que agradecerle al Gobierno los favores que le ha hecho, entre ellos, la concesión de La Sexta, y otra prebenda muy especial: hacer que bancos privados y organismos financieros públicos financien alegremente a los editores amigos de FG. Por ejemplo, ¿qué hacen el Instituto Catalán de Finanzas y el ICO financiando a Mediapro?

Pero el pacto sigue en pie: yo idiotizo a la población y tú me llenas los bolsillos y alimentas mi ego. Llegamos a La Moncloa sí, pero pagando... sólo que con el dinero de los demás. O sea, con nuestro dinero.

Eulogio López

eulogio@hispandiad.com