El presidente norteamericano, Barack Obama, financiará gratuitamente los anticonceptivos entre los norteamericanos. Ese gasto no se reduce porque es muy necesario para la población.
La gran verdad, siempre ocultada, consiste en separar aborto de contracepción, cuando lo cierto es que todas las píldoras anti-baby existentes hoy en el mercado son o pueden ser abortivas, dependiendo de la mujer que las ingiera y de la dosis.
Es lógico, dado que la estrategia empresarial de las multinacionales farmacéuticas pueden permitirse el aborto químico, conocido como aborto invisible, pero no un fallo en sus productos. Cuestión de reputación corporativa.
Miriam Prat
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