Esta semana Barack Obama comienza su toma de contacto con el mundo musulmán, mucho se ha especulado acerca de la nueva postura de la Administración Obama, si bien es cierto también el hecho de que el gobierno israelí sea aún mas nacionalista que el anterior no facilita las cosas.
Pero están muy equivocados aquellos que piensan que EEUU va cambiar su postura con respecto a Israel, sí, puede que presione más al Gobierno de Jerusalén para que frene los asentamientos en Cisjordania, pero todo se quedara en pomposas declaraciones, dudo mucho que Barack Obama planee un giro político drástico con respecto a Oriente Próximo.
Lo que sí hará el nuevo Gobierno estadounidense es mostrar más la zanahoria que el palo, intentando ganarse la voluntad de los países árabes y ganar tiempo para solucionar la crisis económica e ir postergando la amenaza de un Iran nuclear, y es que tal y como están las cosas lo que menos conviene es que se den aventuras militares en la región, así que quizá podría considerarse que la nueva política exterior norteamericana se base más en la Realpolitik, visión realista de las relaciones internacionales, y no tanto en ensoñaciones idealistas como algunos desean.
Pero tengan claro que EEUU apoyara a Israel y querrá seguir dominando la región con mayores recursos del planeta, y eso es algo a lo que ni demócratas ni republicanos van a renunciar, ya que han sido elegidos para hacer a América más fuerte, no más débil, y el ejercicio del poder requiere de sacrificios, por desgracia generalmente morales.
Jorge Ipiña Pando
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