El presidente de los Estados Unidos pasa de nuevo por Europa, pero no por España. Si no lo hizo en anteriores ocasiones, el momento no era precisamente mejor. En cambio, Barack Obama tiene claro cuál es el problema de España y manda un recadero. Pese a que Zapatero ya ni se molesta en reclamar la amistad de Obama, el líder estadounidense suplirá su ausencia enviando a su asesor económico.
Mariano Tomás
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