Tengo la sensación, que, con todo este bagaje de nuevas leyes (ahora la del aborto), lo que busca Zapatero es desarraigar la identidad cultural cristiana de la sociedad para imponer el agnosticismo -y, por tanto, un nueva moral- como modelo de Estado, de tal manera que sólo las leyes votadas por la mayoría en el Parlamento se conviertan en la norma de conducta de los ciudadanos, al margen de sus convicciones.
Ni siquiera la conciencia personal tendrá ya cabida en el ejercicio de una profesión pública o liberal. El divorcio express, el matrimonio homosexual, la Educación para la Ciudadanía, el aborto libre como derecho de la mujer, la dispensación de la píldora postcoital sin necesidad de receta, la divulgación de manuales sobre el uso del sexo a partir de los nueve años y acaso bien pronto la eutanasia... todo ello, estoy convencido, obedece a un plan preconcebido para borrar la religión con mucha más eficacia de lo que han intentado los regímenes comunistas a lo largo de décadas de marxismo en media Europa.
Domingo Martínez Madrid
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