España se convierte en el hazmerreír internacional. Al Qaeda encuentra un chollo en la debilidad gubernamental y en el chantaje permanente a nuestro país. Más: Chávez exige a las empresas españolas que le apoyen. Y el Gobierno Zapatero actúa como todo un afectado por el síndrome de Estocolmo: se revuelve contra el PP
La cobardía de Rodríguez Zapatero pasará a la historia de España. En lugar de hacer frente a los problemas y de proteger a los españoles cede una y otra vez al chantaje terrorista. Mientras, los terroristas y los tiranos se crecen. Se ha puesto barato agredir a España y a los españoles.
Por de pronto, los islámicos de Al Qaeda nos acusan de participar en las guerras de Iraq y Afganistán contra el islam, naturalmente- por lo que nos hemos convertido en un objetivo militar. La escena de una liberada convertida al islam mientras sus dos compañeros continúan en manos de los terroristas, unida al hecho de que no se sabe qué se ha ofrecido a los terroristas por liberar a Alicia Gámez, nos convierte en el hazmerreír internacional.
Y la reacción del Gobierno Zapatero es la de quien sufre síndrome de Estocolmo.
Lo cierto es que Occidente entero, el mundo libre, está secuestrado por terroristas islámicos, tiranos orientales e iberoamericanos o piratas somalíes. Ha cundido la idea de que el mundo libre cede ante el chantaje y a ello ayuda el hecho de que ningún país hace frente a la extorsión del mismo modo en el que, durante los años setenta y ochenta del pasado siglo, se hizo frente al plaga de secuestros aéreos: no terminaron hasta que las víctimas, el mundo libre, decidió no ceder y asaltar las aeronaves secuestrados aún a riesgo de provocar víctimas inocentes. Una decisión valiente y arriesgada, que ahora se echa de menos en los líderes occidentales.
Al mismo tiempo, el dictador venezolano Hugo Chávez exige a las empresas españolas presentes en Venezuela que le apoyen en su pulso con una juez español que le acusa de apoyar a los terroristas de ETA. Y, naturalmente, Zapatero, siempre cobarde, prefiere apoyar a Chávez que enfrentarse a él. No le ha servido de nada: pocos días después del vergonzoso comunicado conjunto entre
En España, la cobardía del mundo libre se acentúa por el cainismo que nos es propio. Así, Zapatero y su vicepresidenta primera, Teresa Fernández de la Vega, en lugar de plantarle cara al fanatismo islámico o a los piratas somalíes se vuelven contra la oposición política. Lo cual es lógico en la mentalidad de ZP: Al Qaeda no le va a quitar el poder, los piratas somalíes, tampoco, ni Hugo Chávez: el PP, al o mejor. Y el mantenerse en el poder es lo único que le importa.
Pero lo más importante es que Occidente se enfrenta a un chantaje terrorista universal, a la ley de la fuerza. Y la comodidad y la cobardía le están venciendo antes de comenzar la batalla.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com