Los cristianos sirios quieren al dictador sirio Bashar Al Assad. Sí, su régimen ha sido durísimo especialmente en el exterior, especialmente con su enemigo jurado, Israel.

Ahora bien, al igual que su padre, Bashar estaba lleno de defectos pero tenía una virtud: respetaba la libertad religiosa. Naturalmente, hablamos de libertad religiosa de los cristianos, que es la única libertad religiosa amenazada en el mundo.

Entre los rebeldes que apoya Occidente con tanto entusiasmo, figuran los fanáticos musulmanes que ya, antes de ganar, está persiguiendo a los cristianos en las zonas conquistadas con el apoyo de las armas, la política, la diplomacia y la propaganda… del Occidente cristiano.

De esto, saben mucho la mejor ONG católica, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), quien ha puesto en marcha la mejor arma de los discípulos de Cristo: la oración por los cristianos sirios.

Es esta una historia de crisis ideológica, de confusión occidental. Es el Occidente libre y presuntamente cristiano quien está sembrando el fundamentalismo radical islámico en Libia, Egipto, Túnez, Yemen, Siria, Irak, Afganistán, etc.

La política de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, así como la de su jefe, Barack Obama, resulta realmente suicida. Allá ellos y allá todos nosotros.

Eulogio López

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