Coincidiendo con la semana en la que se celebra el Día de la Tierra, se estrena en la gran pantalla este ambicioso documental que muestra las profundidades de los océanos y los seres que en ellos habitan.
Ocho años de trabajo (de los cuales cuatro han sido de rodaje) ha costado realizar este documental que ha recorrido todo el planeta para mostrar el hábitat marino y las majestuosas criaturas que lo pueblan, muchas de ellas hasta ahora desconocidas por el ser humano.
Un fantástico montaje y una apropiadísima banda sonora de Bruno Coulais (responsable en esa parcela de Los chicos del coro) hacen agilísimo el desarrollo y enmarcan perfectamente este trabajo que cuenta con imágenes preciosas de nuestro planeta, algunas de ellas filmadas gracias a cámaras introducidas en soportes hidrodinámicos preparados para seguir a la misma velocidad a especies tan rápidas como delfines o atunes.
Océanos, debido al tiempo y a los medios técnicos y humanos empleados, se convierte (con un presupuesto de 50 millones de euros) en la producción documental más cara de la historia del cine. Un dinero que parece bien invertido por las impresionantes y sorprendentes imágenes conseguidas. En cuanto a los breves comentarios del narrador: no hay sorpresas, entran en la tónica progre imperante en la actualidad de acusar al hombre de degradar la tierra. Afortunadamente esta línea queda en un segundo plano puesto que el primigenio objetivo de este documental es más bien preventivo: el ser humano debe cuidar de las maravillas que se encuentran en el Planeta Azul (y que quedan patentes en este documental) para que también las puedan disfrutar sus descendientes.
Para: Los que quieran contemplar unas imágenes impresionantes del mar y las criaturas que lo pueblan