A estas alturas supongo que pocos recordarán que la película original, Ocean's Eleven, era un "remake" de un excelente clásico de Lewis Milestone, de 1960, interpretado por "el clan Sinatra". Ahora estamos ante la tercera entrega de la saga realizada por Steven Soderbergh sobre atraco a casinos,

   Entretenida, bien rodada y simpáticamente interpretada (se nota que los actores disfrutan mientras trabajan en estas películas), Ocean's 13 complica un poco más lo que hemos visto en las dos entregas anteriores. Ahora, Ocean (George Clooney) planeará un golpe perfecto a un nuevo casino de Las Vegas para vengar a un amigo castigado por el propietario mafioso de ese local de juego. No importa que en la narración de ese plan el espectador se pierda un par de veces o que algunas secuencias sean absurdas de puro rocambolescas, el resultado es tan entretenido como olvidable.

    En esta película de "amiguetes" masculinos,  la chica – en esta ocasión del bando contrario - está encarnada por Ellen Barkin, nuevamente encasillada en un papel de "guarrilla". Así mismo, su jefe malvado está interpretado por, nada menos, que Al Pacino.

   Aunque, a mi parecer, lo mejor de la película sigue siendo la buena química que destila la relación amistosa entre George Clooney y Brad Pitt. Para los cinéfilos estos atractivos actores lanzan dos "guiños". Así, el primero le dice al segundo: "Ten niños" (en clara referencia a su paternidad con Angelina Jolie), mientras Pitt le comenta: "Cuídate, estás engordando" (aludiendo al exceso de peso que Clooney tuvo que adquirir para rodar Syriana).