El candidato popular por Vitoria y ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, insistió en que la manifestación "antiterrorista" de Barcelona "ha sido el mayor gesto de hipocresía y cinismo que recuerde de estos últimos años". Por su parte, Mariano Rajoy aseguró que la manifestación trata de legitimar las conversaciones mantenidas por Carod-Rovira con la banda terrorista ETA. Un mensaje parecido al emitido por José Bono que afirma no tener voluntad de "cogerse del brazo de quien se reúne con ETA".
Bono forma parte de los "antizapateros" marcados por ERC en su programa electoral. En cambio, el presidente de la Cámara vasca, Juan María Atutxa, señaló las verdaderas razones para asistir a la manifestación de Barcelona: "denunciar la política involucionista en materia de autogobierno por parte del Gobierno central". O sea, que como afirmaba Rajoy, no se trataba de una manifestación antiterrorista, sino de "otra cosa". Una "cosa" que, por cierto, tan sólo logro convocar a 5.000 personas en la Plaza de Sant Jaume, convirtiendo el órdago de Maragall en un ridículo moral y político.
Por otra parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo convocó el viernes 27 también en Barcelona un encuentro ciudadano bajo el título "Por solidaridad y por dignidad. ETA, guárdate tu indulto". Según explica a Hispanidad.com el portavoz de la AVT, Daniel Portero, no se trata de un acto en respuesta de la manifestación de Maragall porque estaba previsto desde antes. "A las víctimas nos duele muchísimo que quien ha estado pactando con ETA sus objetivos políticos salga ahora bajo la pancarta antiterrorista", señala Portero.