ORO NEGRO

A comienzos del siglo XX, en Arabia, dos jefes tribales se enfrentan en una guerra. Entre  las condiciones de la rendición, el perdedor, el sultán de Salmaah (Mark Strong) debe entregar al emir de Hobeika (Antonio Banderas) a sus dos hijos: Saleh y Auda, como garantía de paz.

Con los años se descubre un impresionante yacimiento de petróleo en una tierra de nadie entre ambos reinos denominada el Cinturón dorado. El conflicto por la explotación o no de este recurso natural estalla entre ambos jeques…

Durante 30 años, el productor tunecino Tarak Ben Ammar (socio en Italia de Silvio Berlusconi) renovó  los derechos adquiridos para el cine de la novela Al sur del corazón,  del escritor suizo Hans Ruech. De este relato  le gustaba su contenido épico y la imagen positiva que ofrecía del mundo árabe y el Islam. Ahora ha conseguido llevarlo a cabo por la implicación de su amigo, el conocido director francés Jean Jacques Annaud (responsable de películas meritorias como El Oso, Enemigo a las Puertas o Dos hermanos).

En su plasmación al cine, esta epopeya romántica de Oro negro tiene tintes de best seller puesto que aunque su protagonista, el joven Auda (hijo del sultán de Salmaah), es un príncipe que se siente atrapado entre dos padres y dos maneras de afrontar  la vida (una anclada en el pasado pero austera y otra mirando al futuro pero con los peligros del consumismo) al trasladarla a la gran pantalla parece un "culebrón". A ello contribuye, en gran medida, la omnipresente banda sonora del gran compositor James Horner, que no descansa en ningún momento…

Eso sí, de esta película comercial y entretenida puede destacarse la intención conciliatoria de unir Oriente y Occidente y de mostrar como equivocados a aquellos árabes que ven como enemigos a los infieles (es decir, aquellos que no tienen como religión el Islam). Mientras que,  en un apartado más visual,  merece la pena reparar en las fantásticas panorámicas rodadas en el desierto de Catar.