Los proveedores pueden pagar el pato.
Las conversaciones de Gallardón parece que están teniendo sus frutos, al menos de cara a la galería. El Gobierno ha autorizado a que el Ayuntamiento se subrogue la deuda del soterramiento de la M-30, de manera que los 2.298 millones de euros, que no desparecen, quedan simplemente asumidos por el Ayuntamiento como una única deuda, es decir, sumada a los casi 5.000 millones que debe la alcaldía.
Aunque se nos vaya a presentar como un gran éxito (lo cierto es que el Ayuntamiento de la capital dejará de pagar unos 100 millones de euros anuales), se trata simplemente de un lavado de cara del que los que parece que acabarán pagando el pato son los proveedores, ya que la empresa explotadora de la vía dejará de cobrar los pagos del Ayuntamiento con la subrogación.
Pero no todo el plan de Gallardón ha sido aprobado. La posibilidad de refinanciar la deuda que vence a 31 de diciembre o la del 80% de las amortizaciones del próximo ejercicio han sido rechazadas, aunque al menos, para aguantar los próximos meses ya ha sido suficiente.
Juan María Piñero
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