El pasado día 3 de junio, a punto de comenzar las vacaciones de verano y ver incrementado el turismo en nuestro país, se prevé un buen año, leía en titulares "Se nos va a ver el plumero. Faltan controladores".
Y es que en el documento interno de AENA en el que los responsables de navegación aérea se hacen eco de los problemas en el servicio supone una prueba de los fallos en la gestión de un área estratégica en una época crucial, el verano.
El incremento de retrasos -con evoluciones gigantescas, como en Madrid (132 por ciento en abril)- lleva camino de convertir en un suplicio volar en España. AENA niega la mayor y celebra que mejora su puntualidad, dato que desmienten las compañías y la inagotable paciencia de los viajeros.
El excelente año turístico que se prevé no puede ponerse en juego cerrando los ojos al problema, al menos así lo pienso yo.
Jesús D Mez Madrid