Los especuladores se han lanzado contra los bancos españoles con las llamadas compras a corto, más bien a pérdidas.

BNP ha lanzado un gigantesco informe contra la banca española. Precisamente los franceses, cuyo sistema bancario no es ni la mitad de solvente que el español. Mientras, el Banco de España guarda silencio, y en lugar de poner todo su prestigio sobre la mesa para defender la solvencia del sistema, se dedica a enfrentar unos contra otros y a callar, que en la actual tesitura es tanto como otorgar.

Con tal de fastidiar al fachas de Pizarro, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, busca españolizar Endesa de la mano de la muy patriota familia Entrecanales, quien ha dado un pelotazo de proporciones gigantescas sin arriesgar un euro, es decir, con dinero prestado por el Banco Santander. Al final, la cosa ha terminado en que Endesa se ha españolizado: es propiedad del Gobierno Berlusconi. ¿Cuestión de nacionalismo económico? No, cuestión de que ENEL está preferentemente preocupada con Italia, como es lógico, por el que ha reducido a la mitad las inversiones de Endesa. La consecuencia sobre la creación de puestos de trabajo parece obvia.

El Gobierno Zapatero, verdadero lerdo en materia económica, permite la compra de la tabaquera Altadis por la británica Imperial Tobacco, y los ejecutivos españoles encabezados por Antonio Vázquez negocian, ante todo, su salida de la compañía convenientemente untados. Naturalmente, lo primero que hace Imperial al tomar el bastón de mando consiste en reducir gastos, es decir, plantilla, naturalmente en España, importante manufactura tabaquera.

España no es un país podrido, como dicen muchos: es un país de tontos, en permanente guerra civil. Por eso nos toman el pelo.

Eulogio López

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