Precisamente estos días, la organización "Transparencia Internacional" ha publicado una encuesta en el seno de la Unión Europea, según la cual más del 70% de los ciudadanos consideran que la corrupción es el primer problema en su país.
El sondeo estima en más de 120.000 millones de euros el montante de los pagos que se hicieron el pasado año en corruptelas de todo tipo, a pesar de los mecanismos de transparencia existentes.
Por supuesto hay diversos niveles de corrupción pero es en Grecia, España, Rumanía, Italia e Irlanda donde los partidos políticos se llevan la palma de esta lacra. Los encuestadores reclaman una cultura política de transparencia como primer paso para salir de la crisis, pero es evidente que esa cultura no llegará a imponerse mientras no se recupere el sentido de la vida personal y social, su valor, dignidad y apertura. Porque en esa pérdida está la clave de la crisis de Europa.
Jesús Domingo Martínez