Cuando todavía tenemos en mente The Queen,  la inteligente película de Stephen Frears, llega a la cartelera ¡Palacio Real! una producción francesa que, aunque cambia los nombres reales, está inspirada en los mismos hechos: la historia de Diana de Gales y su tirante relación con los demás miembros de la Familia Real británica. Rodada con anterioridad a The Queen, en el año 2005,  ¡Palacio Real! resulta  una bufonada realmente desacertada.

Se supone que el objetivo de esta comedia dramática era lanzar una mirada irónica a la intimidad de las familias reales actuales, esas que habitualmente vemos en el papel couché.  Pero, en su puesta en imágenes, de lo que hace gala ¡Palacio Real! es de un  humor terriblemente ácido y cruel al mismo tiempo que en su desarrollo abunda la grosería tanto en los diálogos como en las imágenes.

Valérie Lemercier se encuentra  tanto detrás de la cámara como delante: interpreta a la protagonista, la princesa Armelle. O lo que es lo mismo, la torpe consorte del heredero al trono que se convertirá en una auténtica vengadora, y manipuladora de medios de comunicación,  cuando descubre las infidelidades de su marido.

La película chirría continuamente en su desarrollo por lo que necesito que me expliquen la calificación moral (apta para todos los públicos) que han otorgado en nuestro país a esta película.